domingo, 1 de mayo de 2011

Los cernícalos son halcones

Es esta una cuestión ardua en la que no podemos profundizar demasiado. Me permito reproducir algunos párrafos del trabajo que preparé para La revista del digiscoping, "Los cernícalos ibéricos: algunos problemas de identificación":
Ya hemos dicho que los cernícalos son halcones. Ello quiere decir que los cernícalos presentan, en general, los rasgos que caracterizan a los halcones y en los que no podemos profundizar aquí: cabeza redondeada, ojos de iris muy oscuro, pico marcadamente curvo dotado de un “diente” típico de esta familia, “bigotera” debajo del ojo, alas puntiagudas, vuelo batido, etc. Es claro, sin embargo, que los cernícalos también ostentan rasgos peculiares que parecen individualizarlos como grupo más o menos diferenciado… pero, al mismo tiempo, parecen poseer rasgos que los individualizan respecto de los restantes miembros de la familia.
A quien quiera hacerse una idea acerca del encuadramiento sistemático de los cernícalos en el mundo, así como de los caracteres morfológicos y de comportamiento que los caracterizan, le recomiendo el capítulo segundo del libro de Andrew Village, The Kestrel, que se cita en la bibliografía1. Además, en el volumen 2 de la obra Handbook of the Birds of the World (Lámina 26) aparecen ilustradas las especies comunmente denominadas kestrels (cernícalos).
 Vamos a examinar brevemente estos rasgos, siguiendo a Village (1990: 36-39), pero previamente hay que advertir que no todos los rasgos que aquí vamos a enumerar se dan en igual medida en todas las especies del grupo que se extienden a lo largo y ancho de nuestro Planeta si bien, en el caso de la Península Ibérica, son claves seguras que nos permitirán identificar cualquier cernícalo.
a)Hábito de cernirse: la costumbre de mantenerse inmóbiles en el aire, mediante un complicado equilibrio en que el ave juega con las alas y con la cola para mantener fija su cabeza mirando al suelo en busca, principalmente, de presas terrestres, aunque no afecta a todas las especies del grupo, ha sido considerada como la principal característica de los cernícalos que los diferencia de otras especies de la familia de los falcónidos.
En efecto, ello es así en la Península Ibérica, pues las dos especies que en ella viven se ciernen habitualmente, en busca de alimento y no sólo.
No obstante, hay que recordar que no es la única rapaz que se cierne en cielos ibéricos: se puede observar este comportamiento en el busardo ratonero (Buteo buteo), con cierta frecuencia en la culebrera europea (Circaetus gallicus), el águila pescadora (Pandion haliaetus), águilucho lagunero occidental (Circus aeruginosus) y, sobre todo, en el elanio común (Elanus caeruleus)



Águila pescadora (Pandion haliaetus): frecuente en nuestros ríos y embalses durante el paso pre y postnupcial




Elanio común (Elaneus caeruleus): es una rapaz cada vez más frecuente en el centro y occidente de la Península




Águila culebrera (Circaetus gallicus): también se cierne con frecuencia en busca de reptiles, especialmente ofidios
No obstante, sólo este último, el elanio común, desarrolla este comportamiento de modo sistemático cuando caza, si bien son tales las diferencias en coloración y manera de volar, incluso cuando se cierne, que no habrá, normalmente, problemas de confusión con los cernícalos ibéricos (mucho menores, en todo caso, con las otras especies citadas)
De este modo, podemos decir que, en la Península Ibérica, si es un halcón, se cierne y no es un elanio, se trata de un cernícalo.
b)Ratio longitud alas/cola: los cernícalos serían halcones de alas relativamente cortas en relación a la longitud de la cola. De acuerdo con ello, la apariencia de un cernícalo es la de un halcón de alas cortas y cola larga, lo que lo diferencia de un halcón que podríamos llamar “típico”, caracterizado por sus alas largas y cola corta.
Este rasgo puede ser apreciado en el campo y, con un poco de experiencia, en unión de otros, puede ser de utilidad.
c)Longitud relativa de los dedos, en relación con la longitud del tarso. Frente a los halcones típicos, comedores de aves en vuelo, de largos dedos, reflejo de su dieta, los cernícalos presentan dedos más cortos, propios de una dieta más basada en pequeños vertebrados e invertebrados terrestres.
Esta característica puede ser útil en caso de que la observación se produzca a corta distancia si bien, en este caso,  se presentarán probablemente otros rasgos que permitan efectuar el diagnóstico de manera más segura (como la coloración del plumaje, por ejemplo)
d)Dimorfismo sexual: El dimorfismo sexual en el plumaje , aunque no es aplicable a todas las especies de cernícalos en el mundo, sí que lo es a las que habitan en la Península, siendo así que este rasgo, además, no se predica de los restantes halcones ibéricos (a excepción del esmerejón Falco columbarius, invernante en la Península)
Es un rasgo que permite diferenciar los cernícalos ibéricos de otros halcones siempre que, naturalmente, sean observados juntos los miembros de una pareja.
El dimorfismo en tamaño, es decir, el mayor tamaño de las hembras frente a los machos es, quizás, por el contrario, más evidente en otros halcones que en los cernícalos.
e)Coloración rojiza o marrón-rojiza del plumaje: en la Península los cernícalos vulgar y primilla presentan este tipo de coloración, lo que no ocurre en otros halcones ibéricos, al menos en sus plumajes adultos. Obviamente una correcta visualización del ave a distancia suficientemente corta debe permitir diferenciar un plumaje, caracterizado por su coloración llamativa y predominantemente rojiza o marrón-rojiza, como típico de los cernícalos. Ello, por el contrario, no será posible cuando el ave esté a mayor distancia y con condiciones de luz no adecuadas, caso en el que hemos de recurrir a la combinación de otros indicios.
Podríamos añadir, tal vez, a las características expuestas por Village, otros rasgos diferenciadores que, con poca experiencia, pueden ser perceptibles en el campo, como la diferente manera de volar, materializada en un vuelo más rápido, más  batido, una mayor frecuencia de los picados en otros halcones, frente al vuelo más generalista de los cernícalos, caracterizado por mayor frecuencia de los planeos, cicleos y, en general, menor velocidad.
En definitiva, todos los caracteres citados coadyuvan en mayor o menor medida a la hora de diferenciar, en nuestras latitudes, y sin demasiada dificultad, un cernícalo en el campo de otro halcón. A cierta distancia podemos destacar, en mi opinión, la diferente manera de volar, incluido el vuelo cernido, como criterios fiables de identificación. El conocimiento de la librea del plumaje de los cernícalos y de las distintas especies de halcones contribuirá sin duda para lograr una adecuada identificación a menor distancia (en mayor medida cuanta menor sea la distancia y mejores las condiciones de luz)
El tamaño, junto con la diferente silueta, permite diferenciar los cernícalos de otros halcones como el peregrino, aunque dada la diferencia de tamaño entre los sexos de ambas especies, una hembra de cernícalo vulgar podría no distinguirse por el tamaño, al menos a cierta distancia, de un macho de halcón peregrino.
Por todo ello, la identificación, acudiendo a una combinación de rasgos e indicios como los enunciados, no será, normalmente, muy problemática, incluso en condiciones de luz y distancia no favorables.
Finalmente, la coloración, tamaño, diferente manera de volar permitirán diferenciar, incluso a distancia, un cernícalo de otras especies que, sin ser halcones, presentan o pueden presentar vuelo cernido, especialmente el elanio común.
UN CASO ESPECIAL: EL CERNÍCALO PATIRROJO (FALCO VESPERTINUS)
El llamado cernícalo patirrojo es una especie que, aunque no nidifica en la Península ni inverna en ella, aparece con cierta frecuencia, especialmente en las zonas más orientales, si bien no faltan citas en otros lugares más occidentales.
La inclusión o no del cernícalo patirrojo en el grupo de los cernícalos es problemática. El propio Village (1990:35-37) se refiere a esta circunstancia afirmando que especies como ésta han sido frecuentemente incluidos en el grupo aunque su relación con él sea incierta.
En diversas obras de referencia, sin embargo, el cernícalo patirrojo aparece junto a pequeños halcones como el halcón de eleonor, el alcotán, o el esmerejón, en lugar de entre los demás cernícalos. Así ocurre en el Volumen 2 de Handbook of the Birds of the World, donde ambos grupos (cernícalos y pequeños halcones) están en láminas diferentes (Láminas 26 y 27 respectivamente), los cernícalos patirrojos apareciendo junto a alcotanes, halcón de eleonor y esmerejón, entre otros pequeños halcones.
Dick Forsman (1999: 457 y 460) apunta que el aspecto o silueta de un cernícalo patirrojo visto a distancia tiene algo de intermedio entre un alcotán y un cernícalo. Las alas son, por un lado, comparativamente más cortas, y no tan puntiagudas como las de un alcotán, la cola relativa y ligeramente más larga que en esta última especie. En el cernícalo vulgar la cola sobrepasa bastante la punta de las alas (cuando está posado), lo que lo diferenciaría del patirrojo, de cola más corta.
Podríamos, pues, decir que el cernícalo patirrojo tiene caracteres intermedios entre los cernícalos y otros pequeños halcones en cuanto a la relación entre la longitud de las alas y de la cola. No obstante, hay que advertir que este dato no se cumple si comparamos el patirrojo con el cernícalo primilla, dado que en este sentido la cola del primilla no es tan larga como la del cernícalo vulgar y, por ello, el patrón longitud del ala en relación con la cola del cernícalo primilla se asemeja más al cernícalo patirrojo que al vulgar, como después comprobaremos (de hecho, Forsman define al cernícalo primilla como un pequeño halcón con apariencia y tamaño de cernícalo patirrojo (1999: 430)
En todo caso, y a efectos prácticos, no cabe duda de que la costumbre de cernirse del patirrojo lo acerca mucho a los cernícalos típicos (en la Península vulgar y primilla) Lo mismo cabe decir de su frecuente hábito de cazar en percha y, especialmente, la caza de insectos al vuelo, conducta ésta última que lo aproxima al cernícalo primilla (también poseedor de esta costumbre) y al propio alcotán.
Ello hace que la identificación pueda resultar en algún caso problemática, aunque en la medida en que la observación se haga a una distancia no excesivamente lejana, las diferencias en el plumaje y coloración (de los adultos machos y hembras, no tanto los jóvenes que, sin embargo,  recuerdan más en cierta medida al alcotán) permiten hacer un diagnóstico fiable.
Finalmente, nos centraremos en las dos especies que realmente pueden ofrecer mayores problemas en la Península (el cernícalo vulgar y el primilla), que coexisten en buena parte del territorio, dado que su diferenciación es comparativamente más difícil que la distinción respecto a otras especies de tamaño semejante como el elanio común o el cernícalo patirrojo (esta última mucho más ocasional en la Península y difícil de observar, como ya hemos visto) No obstante, esto queda para otra entrada.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
-Village, Andrew (1990). The Kestrel. London: T & A D Poyser.
-Del Hoyo, J; Sargatal, J. y Elliot, A. (1994). Handbook of the Birds of the World, vol. 2. Barcelona: Lynx Edicions.
- Forsman, Dick (2003). The Raptors of Europe and the Middle East. A Handbook of Field Identification. London: Christopher Helm.

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